Que tenía que pasar para que me animara a escribir otro post..., pues tenía que ser victima nuevamente de la furia de MURPHY.
No hubo nada fuera de lo normal el día de ayer, excepto que Herminio, Bertha, JuanK y yo decidimos ir a almorzar a San Lorenzo. Viaje que veníamos planeando hace una semana.
El día empezó tranquilo, fui despertada por un mensajito de Herminio que me ordenaba me fuera a bañar en el ipso facto. Me arreglé, fui a desayunar y claro cuando me iba a tomar mi tasa de café llega Herminio. Debí tomar eso como la primera señal de que algo no andaba bien, pero no, salí de mi casa sin tomar café. Razón por la cual puedo haber estado algo bitchee, which is not like me, durante los primeros minutos de la mañana. La mañana prosiguió sin mayores eventos. JuanK nos recogió de la casa de Herminio y fuimos a comprar café y sacar dinero.
Armados de Granitas empezamos nuestro viaje a San Lorenzo en busaca de curiles y camarones.
A mitad del camino Herminio bromeando menciona lo gracioso que sería que se nos quedara el carro, como en un intento de enfurecer a los dioses de la carretera. Finalmente después de una hora de lo que parecía un viaje hacia el infierno por el calor que hacía. Llegamos a San Lorenzo. Hicimos una breve parada para tomar agua y saludar a los Papas de JuanK que estaban en esas lejanas tierras, quienes por supuesto no tenían idea que su hijo en lugar de estar trabajando se encontraba vagando con los amigos. Un rato más tarde nos dirigíamos al restaurante, un lugar pequeño cuyo nombre no recuerdo que, aunque no gozaba de una gran variedad de platos, ofrecía comida agradable. Llenamos nuestros estómagos y agarramos viaje rumbo a Tegucigalpa, porque claro, todos teníamos compromisos en la tarde y teníamos que llegar temprano.
El viaje de regreso estaba tranquilo, nos reíamos mientras discutíamos futuros planes de dominación mundial, estábamos satisfechos y felices... muy felices.
Ya estábamos cerca de Cerro de Hule, a media hora de Tegus, casi lo habíamos logrado. Pero en ese instante se abrieron los cielos y MURPHY dijo: “Están pisados”
De repente se escucha un ruido extraño en el carro y este se apaga. Se sobrecalentó (o al menos eso creíamos), la temperatura del carro se elevó, esperamos a que enfriara se le puso coolant y todo lo que se hace en esos casos. Sin embargo, el carro se rehusaba a encender y tratamos todo. Lo empujamos, le hablamos bonito, TODO....
Nos dimos cuenta que afortunadamente nos habíamos quedado cerca de la casa de un mecánico, Juank fue a buscarlo. Pero MURPHY ataca de nuevo, el mecánico estaba jugando potra. Que remedio, lo único que podíamos hacer era esperar al Papa de JuanK. Cuando finalmente llegó, dos horas después, nos dimos cuenta que había una fisura en el radiador. El carro se quedó allá y los cuatro nos metimos en el asiento trasero del carro de los Papas de JuanK, vale la pena mencionar que no esta diseñado para llevar a cuatro personas en ese asiento.
En fin regresamos sanos y salvos a Tegus, fue una fatídica aventura más, como ya es costumbre con nosotros, pero son estas salidas desastrosas las que más divierten.Olvidaba mencionar que la camisa de Bertha, que era blanca, fue manchada por el cinturón de seguridad del carro de JuanK. Así que A*L*E*R*O*S, nunca canten victoria MURPHY no descansa. Ya veremos que otras aventuras nos tiene preparadas.